En 1872 nace Otto Eduard Moritz Schneider en Osterode, (Alemania), hijo de un maestro cervecero con una larga tradición en la materia, Julius Schneider, con quien comienza su formación en la cervecería familiar.

A los 34 años Otto decide migrar a Argentina. Luego de un corto período en Buenos Aires, en 1907 ingresa en la cervecería San Carlos, ubicada en una localidad cercana a la ciudad de Santa Fe.

Cuatro años más tarde, Otto decide mudarse a la ciudad de Santa Fe porque encuentra allí el agua y la cebada perfecta para la elaboración de su receta de cerveza. Convence a un nutrido grupo de ciudadanos santafesinos para construir la Cervecería Santa Fe, junto a las aguas del Río Paraná.

Luego de trabajar varios años como maestro cervecero, Otto funda su propia cervecería y comienza a darle forma a su sueño: la Cervecería Schneider.

En 1932 se comercializa el primer barril de cerveza producido en la Cervecería Schneider.

Ya en 1940, Otto instaura una particular manera de beber la cerveza: el Liso. Se trata de un vaso transparente de 250 cm3, de cerveza tirada con dos dedos de espuma, que permite conservar las propiedades de la cerveza: su temperatura, color y aroma; cualidades que hacen a un cerveza perfecta. Su influencia llega a ser tan grande que en toda la ciudad se impone esta forma de beber la cerveza, costumbre que se mantiene vigente hasta hoy.

Otto lanza en 1945 la “Reina de las Cervezas”: de mayor intensidad, con un sabor más fuerte, por incremento de lúpulo, hace la diferencia para los consumidores. La “Reina de las Cervezas”, por ser un producto semi artesanal y de excelencia, conquista rápidamente Buenos Aires y ocupa un lugar de preferencia en el mercado nacional e internacional.

En 1950, Otto Schneider fallece en Santa Fe a los 78 años, dejando tras de sí un enorme legado, no sólo en cuanto al tradicional sabor de su cerveza, sino también por su pasión por la calidad y el impulso de la cultura cervecera. La Cervecería Schneider continúa con la trayectoria de calidad que este inmigrante alemán supo imponer a todos los emprendimientos a lo largo de su vida.

En el 2001 se decide expandir la cerveza Schneider para que su sabor llegue a manos de los consumidores de todo el país. En el 2006 se inaugura el Museo de la Cervecería. En la actualidad la Cerveza Schneider se produce en 3 plantas: Santa Fe, Salta y Luján.

Hoy en día, la pasión de Otto por la calidad se respira en cada rincón de las plantas que elaboran su receta de cerveza. Hoy en día cada producto mantiene su firma como un sello personal que representa el cuidado de cada detalle para lograr una cerveza con más sabor.