Las Perdices Champenoise Corto Extra Brut
| Categoría: Champagnes
| Productor: Viña Las Perdices
| Capacidad: 750 cc
| Tipo: Espumante
| Variedad: Extra Brut
| Corte: 80% Pinot Noir | 20% Chardonnay.
| Lugar de elaboración: Agrelo, Luján de Cuyo. Provincia de Mendoza.
| País: Argentina.
| Enólogo: Juan Carlos Muñoz.
| Alcohol: 12,8 % v/v . | AZÚCAR RESIDUAL 11,0 gr/L
| Temperatura de servicio: 5 a 7°C
| Elaboración:
VINO BASE: Obtención del jugo por prensado neumático. Enfriado del mosto a 4 °C, decantación de borras, trasiego y posterior siembra de levaduras seleccionadas. Fermentación alcohólica en tanques de acero inoxidable, control de temperatura entre 14-16 °C durante 20 días.
TOMA DE ESPUMA: Corte de los vinos base y puesta en botella. Luego de la segunda. fermentación se deja en estiba sobre borras durante al menos 12 meses a temperatura entre 10-12 °C. Así con este reposo se consiguen los aromas y la complejidad final.
DEGÜELLE: Colocación de las botellas en pupitres, removido manual diario durante 3 semanas, expulsión de borras (degüelle), agregado del licor de expedición y tapado final (colocación del corcho y bozal).
| Notas de Cata: Color amarillo dorado suave con reflejos brillantes. Espuma persistente, burbujas delicadas y finas. Aromas de miel, almendras, pan tostado y frutas. Suave en boca, buena acidez, elegancia y persistencia de notas de fruta. Buena frescura y complejidad.
| Maridaje: Las Perdices Champenoise Corto Extra Brut es ideal para acompañar frutos de mar, ceviches, carpaccios y platos de pescado.
| Acerca de la bodega:
HUELLAS
La vitivinicultura argentina está marcada por las historias de inmigrantes europeos que llegaron a estas latitudes y dejaron para siempre su huella en la cultura de esta parte de Sudamérica. Ciertamente nuestra historia tiene ese mismo origen y un final que se escribe cada vez que alguien bebe alguno de nuestros vinos.
Nuestro padre, Juan, llegó de Andalucía a principios de los años 50 para desarrollar en Mendoza el cultivo de la vid. De él aprendimos que el trabajo está siempre por sobre el reconocimiento, que la tierra marca el compás de la labranza y que la austeridad es la máxima virtud. Fue en 2004 cuando junto a mi hermano Nicolás decidimos dar un paso más y construir una bodega en donde elaborar vinos de alta calidad, con una gran fascinación por la innovación. Entonces en abril de ese año fundamos Las Perdices en el corazón de nuestro viñedo en Agrelo, aquel en donde crecimos y aprendimos a hacer vino desde que tenemos memoria.
Así vivimos en un reino que se compone de vides, familia y trabajo. Un amado territorio habitado también por las perdices que inspiraron nuestro nombre. Como nosotros, éstas son aves que se arraigan a climas secos y pedregosos. Como nosotros, las perdices no migran sino que eligen su casa y a base de esfuerzo la hacen su hogar.
Todo lo que aprendimos durante una vida en la viña concluye no sólo en nuestros vinos, sino en aquellos que los beben y nos dejan acercarles parte de nuestra historia.