Cosquín Rock Torrontés Dulce
| Categoría: Vinos
| Productor: Viña Las Perdices
| Capacidad: 750 cc
| Tipo: Blanco
| Variedad: Torrontés
| Corte: 100% Torrontés.
| Lugar de elaboración: Agrelo, Lujan de Cuyo. Provincia de Mendoza. 1030 S.N.M.
| País: Argentina.
| Enólogo: Juan Carlos Muñoz.
| Alcohol: 12 % v/v .
| Temperatura de servicio: 8 a 10°C
| Elaboración: Obtención del jugo por prensado neumático. Enfriado del mosto a 4 °C, decantación de borras, trasiego y posterior siembra de levaduras seleccionadas. Fermentación alcohólica controlada entre 14-16 °C durante 20 días. Detención y paralización de la fermentación mediante acción física (frío), dejando un remanente de azúcar natural.
| Notas de Cata: Amarillo tenue con reflejos dorados. Predominan aromas a duraznos, flores blancas, notas cítricas y jazmines. Fresco en boca, su elegante acidez se combina equilibradamente con el azúcar residual.
| Maridaje: Ideal para acompañar diversos postres como cremas heladas o incluso chocolates. También como aperitivo con quesos blancos.
| Acerca de la bodega:
HUELLAS
La vitivinicultura argentina está marcada por las historias de inmigrantes europeos que llegaron a estas latitudes y dejaron para siempre su huella en la cultura de esta parte de Sudamérica. Nuestra historia tiene ese mismo origen y un final que se escribe cada vez que alguien bebe alguno de nuestros vinos.
Nuestro padre, Juan, llegó de Andalucía a principios de los años 50 para desarrollar en Mendoza el cultivo de la vid. De él aprendimos que el trabajo está siempre por sobre el reconocimiento, que la tierra marca el compás de la labranza y que la austeridad es la máxima virtud. Fue en 2004 cuando junto a mi hermano Nicolás decidimos dar un paso más y construir una bodega en donde elaborar vinos de alta calidad, con una gran fascinación por la innovación. En abril de ese año fundamos Las Perdices en el corazón de nuestro viñedo en Agrelo, aquel en donde crecimos y aprendimos a hacer vino desde que tenemos memoria.
Vivimos en un reino que se compone de vides, familia y trabajo. Un amado territorio habitado también por las perdices que inspiraron nuestro nombre. Como nosotros, éstas son aves que se arraigan a climas secos y pedregosos. Como nosotros, las perdices no migran sino que eligen su casa y a base de esfuerzo la hacen su hogar.
Todo lo que aprendimos durante una vida en la viña concluye no sólo en nuestros vinos, sino en aquellos que los beben y nos dejan acercarles parte de nuestra historia.