Las Perdices – Tinamú
| Categoría: Vinos
| Productor: Viña Las Perdices
| Capacidad: 750 cc
| Tipo: Tinto
| Variedad: Blend
| Corte: 60% Malbec | 25% Cabernet Franc | 10% Petit Verdot | 5% Tannat.
| Lugar de elaboración: Agrelo, Luján de Cuyo. Provincia de Mendoza.
| País: Argentina.
| Enólogo: Juan Carlos Muñoz.
| Alcohol: 14,5 % v/v .
| Temperatura de servicio: 16 a 18°C
| Elaboración: Maceración prefermentativa en frío durante una semana entre 6-8 °C, siembra de levaduras seleccionadas. Fermentación alcohólica durante 10/12 días, a temperatura controlada entre 26-28 °C. Tiempo total de fermentación–maceración 35 días, con tres remontajes diarios y délestages al inicio.
| Notas de Cata: Color rojo violáceo intenso. En nariz ciruelas y grosellas acompañadas por notas a violetas, chocolate, vainilla y café. También pimienta y pimiento. En boca mantiene frutas frescas, es un vino carnoso y de buen equilibrio con taninos maduros y dulces. Este vino se caracteriza por un sin fin de atributos que pueden resumirse en elegancia, equilibrio, suavidad y persistencia. Un vino fácil de beber y de disfrutar.
| Maridaje: Ideal para acompañar carnes rojas y platos de alta cocina. Quesos ahumados semiduros y duros de larga curación.
| Acerca de la bodega:
HUELLAS
La vitivinicultura argentina está marcada por las historias de inmigrantes europeos que llegaron a estas latitudes y dejaron para siempre su huella en la cultura de esta parte de Sudamérica. Nuestra historia tiene ese mismo origen y un final que se escribe cada vez que alguien bebe alguno de nuestros vinos.
Nuestro padre, Juan, llegó de Andalucía a principios de los años 50 para desarrollar en Mendoza el cultivo de la vid. De él aprendimos que el trabajo está siempre por sobre el reconocimiento, que la tierra marca el compás de la labranza y que la austeridad es la máxima virtud. Fue en 2004 cuando junto a mi hermano Nicolás decidimos dar un paso más y construir una bodega en donde elaborar vinos de alta calidad, con una gran fascinación por la innovación. En abril de ese año fundamos Las Perdices en el corazón de nuestro viñedo en Agrelo, aquel en donde crecimos y aprendimos a hacer vino desde que tenemos memoria.
Vivimos en un reino que se compone de vides, familia y trabajo. Un amado territorio habitado también por las perdices que inspiraron nuestro nombre. Como nosotros, éstas son aves que se arraigan a climas secos y pedregosos. Como nosotros, las perdices no migran sino que eligen su casa y a base de esfuerzo la hacen su hogar.
Todo lo que aprendimos durante una vida en la viña concluye no sólo en nuestros vinos, sino en aquellos que los beben y nos dejan acercarles parte de nuestra historia.