La vinoterapia es la suma de distintos tratamientos para la salud y la belleza que se realizan con vino. Al poseer importantes cantidades de vitaminas y antioxidantes, resulta inevitable emplear este licor en beneficio del cuerpo humano. Más allá de ser un excelente acompañante para las comidas, se puede recurrir al vino con propósitos terapéuticos y sanatorios.
La vinoterapia abarca, principalmente, dos aspectos: por un lado, la ingesta de vino para prevenir enfermedades y disfunciones orgánicas y, por otra parte, su uso en productos cosméticos y en rutinas para la conservación de la belleza.
Ingerir vino beneficia al sistema circulatorio y previene el colesterol
El consumo del vino con propósitos curativos no es un método nuevo. Desde la época antigua ya se recomendaba su ingesta para tal objeto. El mismo Hipócrates (459-370 a.C) recetaba beber este licor para controlar enfermedades cardiovasculares y, además, aconsejaba su uso para desinfectar heridas.
Debido a su alto contenido de polifenoles y vitamina E, el vino contribuye a la purificación de la sangre y de los vasos sanguíneos. Esta limpieza del sistema circulatorio permite que la persona pueda gozar de una óptima salud cardíaca, según informes de la Universidad de Boston.
Otro de los aportes de la ingesta moderada de vino se relaciona con la prevención del colesterol. Esto se debe al resveratrol, uno de los tantos polifenoles que contiene este licor. El resveratrol es un componente con elevada concentración de antioxidantes que contrarresta la formación de coágulos y de lipoproteínas de baja densidad (popularmente conocido como “colesterol malo”).
Como dato adicional cabe resaltar que, según estudios de la Universidad de Tufts, el consumo de vino ayudaría a que las personas tengan menos posibilidades de perder masa ósea. Esto se debería a los efectos positivos del vino sobre la densidad mineral ósea. El experimento se hizo con más de dos mil mujeres en Boston, obteniendo resultados satisfactorios.
Tratamientos cosméticos a base de vino
La vinoterapia también alberga procedimientos y productos para la conservación de la belleza. Nuevamente, los polifenoles, las vitaminas C y E, entre otros componentes, son fundamentales para los beneficios estéticos.
Según Lorena Soler, especialista de Cuidado Personal en www.reviewbox.es, uno de los tratamientos más recomendados es la mascarilla de vino y miel líquida. La aplicación de estos elementos en el rostro contribuyen a la eliminación de células muertas y manchas. Además, difumina las arrugas e hidrata el cutis.
Otro de sus usos más aconsejados es como acondicionador para el cabello. Lavar el pelo con agua y vino blanco otorga resultados sorprendentes, pues le aporta una apariencia sedosa, lisa y sin encrespamiento.
En varios centros de belleza de España y Francia, la vinoterapia es llevada a su máxima expresión: se preparan baños desestresantes solo con este licor, perfumes relajantes y cremas corporales. Definitivamente, es cuestión de tiempo que dicha práctica se normalice en más países debido a sus numerosas utilidades para la salud y la estética.
Fuente: Sobrelias
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