La Chardonnay es una de las cepas blancas más extendidas de todo el mundo; gracias a su gran adaptación a diferentes tipos de suelos y climas se la puede encontrar casi en cualquier lado dónde las condiciones permitan que crezca la vid.
Es originaria de Borgoña (Bourgogne) en Francia y fue una de las protagonistas del inicio del dominio vitivinícola francés, cuando Carlomagno impulsó la viticultura desarrollada por los monjes de la Edad Media en esta región. De hecho en Borgoña, en la subregión Côte de Beaune, sigue existiendo el viñedo que lleva el nombre del emperador, Grand Cru Corton Charlemagne, que es uno de los más famosos del mundo.
Los vinos franceses de Champagne, Chablis y Bourgogne -En especial los Montrachet, Meursault y Pouilly-Fuissé– le valieron la fama internacional.
Algunos de sus pocos sinónimos son: Beaumois y Weisser (Alemania)
Según estudios de ADN sería producto de un cruce entre dos variedades muy antiguas que ya se conocían en la temprana Edad Media, me refiero al Pinot Negro y la Gouais.
Sus vinos
La Chardonnay es una de las pocas cepas blancas que se prestan muy bien para la crianza en barricas de roble. Puede dar vinos muy complejos y se suelen diferenciar sus aromas según si proviene de un clima frío-templado o cálido.
El Chardonnay de clima frío-templado presentará principalmente notas a manzanas verdes, cítricos -limón, lima, pomelo- y piña, pero también pueden aparecer aromas a frutas desecadas, pera, flores, almendra, nuez, avellanas, herbáceos, entre otros.
En cambio los vinos elaborados con Chardonnay provenientes de climas cálidos mostrarán aromas a frutas tropicales –maracuyá, papaya, piña-, frutas de carozo -durazno, damasco-, banana, etc.
Los que hayan reposado en barricas desarrollarán notas a mantequilla, especias, vainilla, humo, tostado y madera, por mencionar algunos.
Y los que hayan reposado sobre sus lías (restos de levaduras) podrán mostrar notas justamente a levaduras, pan, masa madre o bollería.
El maridaje
Debido a su gran versatilidad sería injusto encasillarla en la combinación con tan sólo un par de ingredientes o platos específicos, puesto que la acompañarán muy bien platos que incluyan pollo, mariscos, quesos, pasta o arroz e incluso carnes rojas magras
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