Whisky: ¿Solo, con agua o con hielo?

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Whisky: ¿Solo con agua o con hielo?

Una de las preguntas que a menudo nos llegan a la redacción es sobre si el whisky debe tomarse solo o con alguna otra cosa. Vaya por delante que no es intención de la revista pontificar sobre nada en concreto, y que pensamos que el whisky, como todo, es mejor tomarlo como a uno le venga en gana.

Dicho esto, es cierto que los sabores y aromas del whisky varían sustancialmente dependiendo de qué se haga con él y que siempre se podrá apreciar mejor la complejidad de un whisky si se bebe de la manera correcta.

1 – Solo

Muchos bebedores de whisky creen que no se debe añadir agua al whisky bajo cualquier circunstancia. De hecho en los bares de España, país de extremos, a menudo nos encontramos a fervientes defensores del whisky solo discutiendo contra los que opinan que el whisky debe llevar hielo. Uno de los rumores más extendidos es el que dice que los rudos hombres del norte escocés lo beben solo, cosa que no es verdad.

Muchos bebedores de whisky creen que no se debe añadir agua al whisky bajo cualquier circunstancia

Sin embargo, es cierto que beber el whisky solo permite degustarlo de la forma más auténtica posible y, por tanto, permite saborear las características originales de destilería y los matices de la barrica en la que se ha de madurado a través del tiempo.

Nosotros recomendamos tomar siempre un primer o segundo trago de whisky solo, justo después de abrir la botella, y posteriormente, añadirle unas gotas de agua y continuar descubriendo el whisky.

2 – Con agua

En primer lugar, es importante tener en cuenta que a la mayoría de whiskies con un nivel de alcohol entre 40 y 46 grados ya se les ha añadido un poco de agua. Este proceso se denomina «corte» y se hace antes del embotellado con el fin de llevar el alcohol a un nivel más aceptable para la mayoría de los consumidores.

Lo mejor es añadir algunas gotas de agua y «abrir» el whisky

Sin embargo generalmente este «corte» se vuelve insuficiente (generalmente, por eso decimos que primero es mejor probar algún trago del whisky sin añadir agua). Si es insuficiente y notas que cuando llevas unos tragos se te «duerme» el paladar; lo mejor es añadir algunas gotas de agua y «abrir» el whisky. Con esto podrás degustar diferentes sabores, nuevos y sutiles, que previamente no se habían mostrado.

Esto es especialmente necesario cuando se bebe un whisky fuerte, como los de 55-60 grados. Al probar este tipo de whiskies lo más seguro es que, primero, el alcohol camufle los sabores (incluso los más destacados) y segundo, que se te «duerma» el paladar (y las fosas nasales, la garganta…) y termines por no disfrutar de tu copa.

Al añadir un poco de agua se diluye el alcohol y sus efectos, cosa que despierta en el whisky sabores que quizás anteriormente habías pasado por alto. ¿Cuánta agua se le debe añadir? Aquí ya depende del gusto de cada cuál, pero nosotros los preferimos con unas pocas gotas de agua, cuanto más pura y blanda sea mejor.

3 – Con hielo

Añadir hielo al whisky es algo distinto. En lugar de abrir los sabores, los cierra. El hielo hace que la temperatura del whisky caiga rápidamente y se bloquee su aroma y sabor. Ocurre algo similar cuando se bebe un buen vino blanco que se ha enfriado demasiado. Evidentemente será una bebida más refrescante y calma todo el ardor del alcohol, pero convierte a la copa de whisky en una cosa aburrida y plana, sin riqueza ni matices. Los aromas y sabores sólo empezarán a abrirse y a revelar sus características completas una vez que el whisky alcance la temperatura ambiente.

Añadir hielo al whisky es algo distinto. En lugar de abrir los sabores, los cierra.

Por la misma razón, no son efectivos esos cubitos de hielo que venden en algunas tiendas para enfriar el whisky sin aguarlo. El problema está en la temperatura, no en el agua.

A pesar del efecto ocultador del hielo, no hay que ser extremistas. Afortunadamente tenemos whiskys pensados para cada tipo de ocasión, y por eso habrá ocasiones en los que no sólo podrás añadir hielo a tu copa, sino que sera necesario.

4 – Con refrescos y/o otro tipo de bebidas

En contra de la opinión más purista, nosotros defendemos la posibilidad de mezclar whisky con cualquier cosa… pero no cualquier whisky. Como hemos dicho, existen distintos tipos de whisky destilados para cada ocasión. Lo que le añadas a tu copa debe ser de tu propio gusto personal. Por ejemplo, no hay porqué renunciar a un buen cóctel de whisky o a un refrescante whisky «On the Rocks» una calurosa noche de verano. Por supuesto, no cogerás un whisky single malt turbado tipo Old Pulteney.

No hay respuestas correctas o incorrectas. Sólo debe saberse qué va con cada whisky, equivocándose y descubriendo poco a poco las maravillas del mundo de esta bebida.

Fuente: todowhisky.es por Àngel Solé

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