¿Cuáles son los mejores vinos para beber en verano?

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¿Cuáles son los mejores vinos para beber en verano?

En medio de las altas temperaturas en muy difícil seguir comiendo y bebiendo lo que disfrutamos en las otras estaciones. En el verano, los productos frescos y las preparaciones livianas ganan la mesa. Y hoy en el mercado hay interesantes variantes en estilos de vinos para acompañar el momento.

Marina Beltrame, una de las primeras sommeliers de Argentina y directora general y docente de la Escuela Argentina de Sommeliers, comenta que es “una estación que nos lleva a repensar lo que bebemos y comemos, donde tanto en vinos como en comidas van a predominar las opciones frescas”.

Cuando pensamos en aperitivos o incluso para refrescar el momento “una sugerencia eterna y atemporal son los vinos espumantes. Creo que hay una oportunidad enorme por la variedad y diversidad que ofrece Argentina, porque es un estilo que en el mundo funciona y porque además tiene opciones desde secos a dulces que se pueden beber solos. Incluso para sumarlos a la coctelería​”, comenta Marina.

Blancos y rosados

En la actualidad las distintas propuestas que ofrecen las bodegas del país han logrado poblar el mercado de varias alternativas para elegir en verano. Los blancos sin madera y con gran expresión, rosados frescos con excelente niveles de acidez y color; y tintos livianos a muy buenos precios para beber más fríos.

Hace rato que la industria se volcó por producir blancos más genuinos, que respondan a las condiciones que transmite el terruño. Cepas como Riesling, Viognier o Sauvignon Blanc resultan ideales para lograr un estilo de vino natural y sincero, con poca crianza, para disfrutar frío y perfecto para estas temperaturas.

“Para el verano son muy interesantes los vinos claros. Con más presencia de acidez, más frescos y que se pueden servir más fríos. En este aspecto, los rosados son superatractivos como propuesta y tendencia. En esta nueva ola son más frescos, más livianos, y muchos más fáciles para combinar con comidas”, determina Beltrame.

Tintos fríos

En algunas zonas europeas es muy común encontrarse con los tintos de verano. Vinos rojos simples, ligeros, con baja graduación alcohólica y muy consumidos en bares para acompañar tapas o antipastos.

En el país aún no se ha generalizado este tipo de producto. Sin embargo, hay bastantes vinos (cada vez más) que responden a esta lógica. Más allá de los varietales o la zona de producción, aquí el estilo va a marcar el camino.

Qué es el terroir, el concepto de moda para hablar de vinos

“En tintos, que es sin duda lo mejor que hace Argentina, buscaría algo independientemente de la uva. Porque podes tener un Malbec muy ligero, o algún Merlot sin madera o Pinot Noir muy concentrado. Entonces el varietal no sería referencia. Hay que buscar los más ligeros posibles. Y lo más importante, poder llevarlo a una temperatura hiper controlada, sin pasarse de los diecisiete grados”, expresa Marina. En general hay de todos los precios y gustos, pero predominan en el segmento de entrada. Los tintos frescos argentinos gozan de gran relación precio-calidad. Además son el producto ideal para estas nuevas opciones de venta, como las latas o el vino tirado.

Maridajes livianos

En el verano, con sus altas temperaturas y los productos que ofrece el mercado, el paladar se inclina hacia alimentos más frescos. Para estos vinos especiales, desde ensaladas a pescados pueden ser una opción perfecta para estas variantes.

Una ensalada fresca junto a un Sauvignon Blanc, un ceviche con un rosado ligero o una sopa fría de tomates con un tinto fresco de verano son más que tentadoras propuestas.

“Las sopas frías resultan muy entretenidas y fáciles de hacer. El gazpacho es una preparación saludable y con ese estilo mediterráneo. También muy buena opciones nos ofrece la pesca. Gran repercusión ha tenido el ceviche, los tiraditos, más allá del sushi que está bien instalado. Y la incorporación de algunos picantes, que te llevan a bebidas más frías para aplacar. La cocina que es más picante tiene la particularidad de saciar el apetito mucho más rápido. Y por qué no incluir carnes frías (el asado que quedó o carnes blancas) junto a arroces livianos”, finaliza Marina.

Federico Lancia. Periodista de vinos y lifestyle. Director de www.vinosybuenvivir.com.

Fuente: clarin.com

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